En estas fotos se pueden ver la sedosidad de sus pájaros, la visión del maestro junto a sus discipulos que hacen que salten unas chispas de amor por ellos. Verlo como los mira y les habla es un placer inigualable. Son mimados al extremo, a diario toman su baño de sol. Y son tratados como lo que son veraderos campeones de belleza.
Nos quedamos todos embobados, admirando su Aviario y como dices bien Fernando, asombrados de como los cuida y mima uno por uno.
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